El estrés térmico es producto de una temperatura corporal extrema causada por la falta de medidas en el trabajo o el hogar
En un mundo afectado por el cambio climático con temperaturas cada vez más extremas, cada vez son más frecuentes las denominadas olas de calor en verano. Dichos fenómenos atmosféricos alteran las temperaturas a máximos a los que el cuerpo humano no está acostumbrado generando la aparición de diferentes síntomas y enfermedades como el estrés térmico.
En esta entrada os explicaremos:
¿Qué denominamos estrés térmico?
Si el estrés es la “tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves”, el estrés térmico es el esfuerzo que realiza nuestro organismo para mantener la temperatura interna ante cargas de calor o frío extremo.
Este esfuerzo está condicionado por las condiciones medioambientales, las actividades que se realizan y la ropa utilizada, por lo que el estrés térmico aparece, en la mayoría de casos, en el ámbito laboral. Además, en el caso del estrés térmico por calor, suele mostrarse cuando el trabajo requiere una exposición solar continua o se realizan tareas que implican altas temperaturas, como el trabajo en calderas o la industria metalúrgica.
Sin embargo, ante la presencia de las altas temperaturas de la época estival, el estrés térmico por calor también se puede producir en el hogar causando diversos síntomas leves que podrían agravarse en caso de no tomar las medidas necesarias.
Consecuencias del estrés térmico
Dicho esto, algunos de los síntomas leves que se pueden presentar ante una situación de estrés térmico son dolores de cabeza, debilidad, fatiga, calambres, mareos y náuseas, sudoración, desorientación, pérdida de concentración y confusión, entre otros.
Todos ellos pueden llegar a provocar desmayos, deshidratación y pérdida de electrolitos y un golpe de calor que supone una temperatura interna superior a 40º y requiere la hospitalización del paciente para su tratamiento.
Este aumento brusco de la temperatura corporal puede afectar al sistema nervioso central con graves consecuencias mortales. Por este motivo, desde centroalum queremos incidir en la importancia de evitar temperaturas extremadamente altas y recomendaros una serie de medidas para evitar situaciones de estrés térmico.
Cómo prevenir el estrés térmico
1# Toma mucha agua para hidratarte
Para evitar situaciones de estrés térmico en cualquier situación, es fundamental beber mucha agua para que el organismo funcione correctamente. Además, olvídate de bebidas con cafeína, alcohol o mucho azúcar, aunque estén frías, ya que tendrán un efecto contrario al deseado.
2# Procura evitar la exposición solar al mediodía
De 12 h a 17 h, procura evitar la exposición solar ya que el sol se encuentra en su momento de mayor fuerza. Por esto, intenta reducir tu actividad física al aire libre durante este período de tiempo, ya sea en el trabajo, practicando deporte o en tus planes de ocio.
3# Mantén tu temperatura corporal a 37º
Además de beber agua, dúchate con agua templada y no tomes comidas ni muy copiosas ni muy frías para que el cuerpo se mantenga más tiempo en una temperatura adecuada y sea más difícil que tu organismo sufra estrés térmico. Asimismo, procura mojarte los pies, las manos y la nuca cuando te sea posible ya que estas zonas te ayudarán a refrescarte.
4# Mantén tu vivienda lo más fresca posible
Finalmente, toma las medidas necesarias para que tu hogar esté fresco y promueva tu confort térmico. Entre ellas, desde centroalum te recomendamos que instales puertas y ventanas de aluminio con un alto nivel de aislamiento y unos buenos sistemas de protección solar para que puedas ventilar tu casa sin que se introduzca el calor en su interior.
Si tomas estas medidas durante las olas de calor te será más fácil mantener alejado el estrés térmico de tu vida y podrás disfrutar del verano como te mereces.