La sostenibilidad y la eficiencia energética son claves para el cuidado del planeta. Si queremos frenar los efectos del cambio climático, debemos optar por energías renovables como, por ejemplo, la energía solar o fotovoltaica.

Las ventanas fotovoltaicas son unos cerramientos que aprovechan los rayos solares recibidos y los convierten en energía solar. Como es sabido, los aparatos de calefacción y de refrigeración, así como las luces que hay en el interior de la vivienda provocan un gran gasto económico, del mismo modo que aumentan los niveles de contaminación. Estos aparatos consumen una gran cantidad de energía eléctrica y, en consecuencia, emiten más CO2 a la atmosfera, agravando así el problema del cambio climático. Por ello, una manera eficiente de adquirir energía de manera totalmente limpia es la utilización de ventanas fotovoltaicas.

¿Cómo funcionan las ventanas fotovoltaicas?

Este tipo de ventanas están formadas por paneles solares que contienen unas células fotovoltaicas. Estas células, normalmente fabricadas a partir de silicio, cuentan con una o varias láminas de un material semiconductor recubiertas por un vidrio transparente el cual deja pasar la radiación solar y minimiza las pérdidas de calor.

Concretamente, los rayos solares penetran en las células fotovoltaicas de la placa, de ese modo, se crea un campo de electricidad entre las capas de la misma. Así, se crea un circuito eléctrico, el responsable principal de la energía fotovoltaica.

Las células fotoeléctricas transforman la energía solar en electricidad en forma de corriente continua, la cual se convierte en corriente alterna que se puede utilizar en los equipos electrónicos de las viviendas.

Beneficios de la energía fotovoltaica

Como hemos explicado, la energía fotovoltaica contribuye al respeto por el medio ambiente. Pero exactamente ¿cuáles son sus ventajas concretas?

  • Es renovable y, por tanto, inagotable.
  • No contamina como sí lo hacen los combustibles fósiles (carbón o petróleo, entre otros).
  • Evita el calentamiento global.
  • Reduce las importaciones energéticas.
  • Puede ser aplicada en cualquier lugar, desde grandes superficies a pequeños núcleos aislados de la red.

 

La ventana fotovoltaica combinada con otras soluciones eficientes

Las placas solares o fotovoltaicas también se pueden combinar con otros sistemas de desarrollo sostenible como, por ejemplo, las casas pasivas.

Una casa pasiva es un tipo de edificación sostenible que sigue los criterios del certificado Passivhaus. Estas construcciones se rigen por 5 principios:

  1. Conseguir un aislamiento térmico adecuado a través del uso de materiales que aíslen correctamente de la temperatura exterior. Como, por ejemplo, puertas y ventanas de aluminio.
  2. No tener ninguna fuga de aire evitando los boquetes y las grietas en paredes, techos y ventanas.
  3. Ni tampoco puentes térmicos. Esto se consigue con las puertas y ventanas de aluminio con rotura de puente térmico.
  4. Apostar por un sistema de ventilación controlado (SVC) que garantice un aire 100% saludable en el interior de la vivienda.
  5. Por último, escoger siempre ventanas de altas prestaciones que aseguren la máxima hermeticidad.

Por tanto, si seguimos estos principios y, además, optamos por ventanas fotovoltaicas, conseguiremos una vivienda de consumo casi nulo y de balance positivo. Es decir, esta vivienda podría generar más energía de la que consume, consiguiendo así un espacio confortable y 100% sostenible.

En Centroalum ofrecemos cerramientos de aluminio eficientes y sostenibles, con el objetivo de conseguir el máximo ahorro energético. Por ello, si tú también quieres conocer cuál es la mejor manera para ahorrar dinero y energía en tu hogar, ponte en contacto con nosotros, te asesoraremos.